Bienvenida Primavera, ¡nos vamos de picnic!

Cuando el invierno nos dice ‘’Adiós, bye bye’’, cuando los jerséis de lana ya te causan calor solo de mirarlos, cuando miras de reojo tu ropa de verano guardada del año anterior y empiezas a pararte ante la nueva temporada en los escaparates, tan llena de colores y tan mona, cuando ya es hora de empezar la dieta para el examen del bikini, y cuando en tu pausa de la comida ya te entran ganas de llevarte el táper al parque de abajo, no hay duda: ¡está llegando la primavera! 


Nos basta tan sólo una mínima promesa de primavera y nos entran  ganas de pasear en bicicleta, de comprar ramos de tulipanes en una floristería, de esa camiseta de rayas, y por último pero no menos importante, de hacer el primer picnic de la temporada.

Y es verdad que un picnic siempre se agradece, y no importa si se trata de una salida al campo o de un almuerzo al aire libre en la ciudad.

Lo que es importante es tomarte tu tiempo, sentarte en un césped, saboreando algo rico con tu infusión de siempre y luego echarte a disfrutar del aroma de la hierba y la luz solar.

El picnic de primavera es un gran ‘clásico’ que vuelve, igual que vuelven las golondrinas, al primer indicio de un mínimo de nueva estación. Vuelve como todos los años, con su mantel icónico de cuadros, con nuestra bolsa porta táper y con los termos para llevar tu infusión favorita bien calentita o bien fría, según te guste. Y claro que sí, en buena compañía, incluidas las hormigas que ya salen de paseo.

Y es que no se trata de un evento únicamente destinado al campo y al fin de semana. El picnic hoy en día es también urbano: un almuerzo en la ciudad, en tu pausa para la comida del trabajo y ya parece que llegan las vacaciones.

¿Tu también eres fan de este ritual tan inspirador?

No nos queda otra cosa que decir… ¡Adiós invierno, bienvenida primavera!

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