Es verdad, el tiempo es el mejor regalo que le puedes hacer a alguien, porque le regalas un pedazo de tu vida que nunca va a volver, le regalas tus palabras, tus sonrisas y tus emociones de hoy.
Vamos a tomar como ejemplo esta frase para reflexionar sobre el significado de los regalos de hoy en día.
Llega Navidad y muchas veces nos estresamos sin razón para buscar el regalo a nuestra amiga del alma o a la tía que nos cocina unas de estas comidas navideñas familiares inolvidables y, seamos sinceros, la mayoría de las veces nos encontramos con que no sabemos qué regalar a nuestros allegados.
Incluso los peques de hoy escriben la carta al Papa Noel o a los Reyes con unos cuantos regalillos deseados. Nuestros recuerdos nos llevan a cuando éramos peques y se esperaba durante todo el año para recibir EL regalo de Navidad. Era uno y era suficiente durante todo el año. No había televisión, Playstation (vale, sí, había la Nintendo de 8 bits) o teléfono móvil, y por la noche lo dejábamos todo preparado para cuando llegaran los Reyes. Hoy en día no es así, porque parece que la realidad se ha invertido: demasiados regalos y poco tiempo para compartir con nuestros seres queridos. A estas alturas todos estamos atrapados en una realidad donde el tiempo se convierte en el más precioso de los regalos…
Por eso en Laroom te aconsejamos echar un vistazo a nuestros bonitos productos para tomar ideas y ver cómo al mismo tiempo puedes aprovecharlos para entregar algo tan precioso como tu tiempo a alguien o a una causa que te haga sentir bien.
Tomar tu tiempo para decorar tu hogar en modo navideño con los peques de casa quienes, a parte ser unos ayudantes incansables, vuelven a llenar nuestros días de ilusiones olvidadas.
O por qué no, tomar una infusión o un café en casa con tu amiga del alma degustando unas galletas de jengibre, dejar el móvil en el bolso y volver a poneros al día de vuestras vidas, ambiciones y romances.
En Laroom nos gusta pensar que estas Navidades van a ser un poco más especiales para todos. Y así, siendo conscientes de esto, podemos conseguir dejar en el olvido aquella frase tan fea que aseguraba que cualquier tiempo pasado fue mejor.