Dicen que el modo en el que comienza el día lo determina, para bien o para mal y, si llevas demasiados días levantándote de mal humor, con poca energía y pocos ánimos, quizás es el momento de pararte a observar qué pasa en tu vida, cómo te sientes y qué necesitas cambiar, y un cambio de estación es un buen momento para hacerlo. Muchas de estas veces, lo único que hay que cambiar es la actitud.
Y tu actitud frente al día se adquiere desde el primer momento en que te despiertas.
Por esto, queremos presentarte un pequeño cuestionario para aprender a reconocer estos síntomas y unas sencillas claves para empezar bien el día y, en consecuencia, a cambiar la actitud, porque nadie más lo va a hacer por ti:
Síntomas de que necesitas una gran dosis de buen rollo
-¿Te da mucho palo levantarte por la mañana?
-Recuerda que ya es primavera y que ya no hace frío: sal a la terraza o a tu balcón y disfruta del sol.
-¿Te invade el cansancio?
-Amiga, ¿Crees que eres la única? Ya que estás en la terraza, prepara un buen té energético y algo de fruta que te cargará las pilas.
-¿Te sientes sola?
-Empieza por cuidarte a ti misma y, si tienes pareja, cuídala también. Prepara el desayuno con cariño para ti solo o para los dos. Verás que el día empieza con respeto propio y mutuo.
-¿No sabes qué rumbo tomar?
-Mientras desayunas, planea tu día. Visualiza qué vas a conseguir hoy, o al menos, vas a intentarlo y con esto ya puedes estar tranquila.
-¿No crees en ti?
-Seguramente no creer es el modo más cómodo y fácil de ir por la vida. Los logros requieren esfuerzos. Recuérdalo cada mañana: ¡tú claro que puedes!
-¿Te cuesta sonreír?
-Oblígate. En serio, no hace falta entenderlo. Arrastra tus músculos faciales hacia tus orejas y mantenlos ahí un momento y tu buen humor te seguirá. Curiosidades del cerebro.
¿Qué nos dices? ¿Empezamos con el desayuno de mañana?